cuando la inocencia baña las miradas,
cuando el si
es afirmativo,
y el no
niega la acción.
Es ahí, donde los modelos del vivir
han de aferrarse al espíritu,
a la conciencia,
al alma.
Es entonces, cuando el soy,
y sonrío…
el seré,
y me ilumino…
son imprescindibles para crear,
para construir a los jóvenes del mañana.
A mis alumnos/as de la EMMGMV.