hacia dentro,
hacia donde nada suena,
hacia donde todo calla.
Un viaje
nunca quebrado,
no un zortziko,
ezpatadantza del alma
que en mis ojos suena.
Un viaje
que si lo pienso
ya no es cierto,
que si lo siento
lo presiento.
Un viaje sin psicólogo,
ni tormento.
A Nuria.
Durango, octubre de 2009.