El guión y personaje central de este espectáculo fue creado por encargo del Chamber Ensemble Atenay a comienzos del año 2007, cuya meta era su estreno para el XIV Festival de Música de Quintanar, en julio de ese mismo año. Hacía tiempo que andábamos buscando la posibilidad de trabajar juntos y este proyecto nos brindo esa oportunidad.
Fue una de esas ocasiones en las que el enrequecimieto de la parte humana supera con creces a la parte musical y/o preofesional. Ya desde los inicios, todos fuimos conscientes de que este proyecto era diferente. La primera tarde de trabajo, donde todos aportaron sus ideas y emociones, hacía entrever que los sentimientos de los intérpretes aflorarían en el escenario, tal como pertendíamos hacer también con los del público.
Por si lo anterior fuera poco, este proyecto me permitió compartir escenario además de con dos grandes amigos, Vicente Toldos y Javier Sánchez ambos excelentes saxofonistas, con un gran elenco de profesionales que formaban la compañía: 8 saxofonistas además de los anteriores, Uche al piano, Rober en las percusiones, sin olvidarnos de Esperanza y Rodrigo que nos alegraban la vista con su movimiento. El resultado de esos meses de trabajo se resume en esta presentación. Lo que ocurre sobre el escenario, es algo que sólo podríais conocer si vierais el espectáculo en directo. Disfrutad al menos de lo nos permite la red.
Sinopsis: «Paso y Compás en 35 mm«
Un único personaje en escena que a modo de monólogo nos zambulle en la inmensidad de nuestro propio yo mas íntimo, el Chamber Ensemble Atenay compuesto por nueve saxofonistas, pianista, percusionista y director que construirán en directo la banda sonora de este espectáculo, y una pareja de baile que recreará ante nuestros ojos nuestras propias ilusiones en movimiento, son los ingredientes de esta propuesta escénica que pretende ofrecer al público un espectáculo, que como una ventana abierta, inunde de aire fresco los escenarios.
Un montaje de teatro-musical sugerente, sensual, emotivo… en el que múltiples combinaciones audiovisuales, recrean una diversidad de ambientes y sensaciones sonoras ya vividas.
Entre lo presencial y la evocación, “Paso y compás en 35 mm” propone una premeditada combinación de voz, baile y música, que traslada al público hacia sus propios recuerdos, en un viaje a través de la música de las mejores bandas sonoras del cine, convirtiendo la asistencia al espectáculo en una experiencia personal y secreta.
El guión, creado especialmente para este proyecto escénico, transforma al espectador en un elemento más de la escena, aun estando en el patio de butacas. De esta forma, el público asistente crea, vive y revive sus propias imágenes, surgidas como una proyección de la memoria en el mismo orden con el que se interpretan las seductoras melodías sobre el escenario, se escenifican las secuencias de danza y todo ello, a la vez que el personaje central juega a su antojo con las sensaciones del patio de butacas, con sus recuerdos, y les hace mirar a tras reinterpretando lo ya vivido.
El resultado es una obra escénica innovadora, especialmente atractiva para el público amante del arte total; cine, danza, música y teatro se dan la mano para absorber y embriagar la atención del público, sin limitación de edades.
Gracias a la conjunción de melodías inolvidables y seductores efectos sonoros, a una escenificación preciosista, rica en detalles y a la virtuosística interpretación de los bailarines, al espectador se le invita a disfrutar de una obra teatral plagada de emociones personales, que le harán salir de la sala con la sensación de haber vivido, de nuevo, miles de experiencias propias ancladas en el recuerdo.