Ya ha pasado una semana desde que terminó PERCUFEST 2011. Creo que es tiempo suficiente para poder escribir sobre ello teniendo un poco de perspectiva, intentado dejar un espacio suficiente para poder redactar con claridad parte de lo vivido. Todo, sería imposble por falta de espació y porque no existen palabras que definan algunas de las vivencias.
Este festival de percusión siempre es especial; cada una de las cuatro ediciones pasadas en las que he participado siempre han mostrado un brillo diferente a la anterior. Pero en esta ocasión se cumplían los 10 años del festival. Un acontecimiento que, en sí mismo, ya era emotivo y estaba lleno de detalles únicos.
He tenido la sensación cuando se inició el evento de que ya no hay que contar nada, que no hay que esperar a calentar motores. Ya nos conocemos y cuando llego a las aulas todos ya estáis volando desde hace rato, por lo que lo único que tengo que hacer es desplegar mis alas y unirme a vosotros. Eso es algo mágico y que en muy pocos sitios me ocurre. Pedagógicamente es algo envidiable y emocionalmente es lo mejor que le puede pasar a un ser humano. Pero los alumnos de Percufest ya sois así desde hace tiempo; tenéis sello; hay una huella indeleble e invisible que os hace especiales y diferentes, ya sea en clase o sea sobre el escenario; esa marca hace de vosotros personas que miran a los ojos con una sonrisa en las pupilas.
Incluso en algunos casos de naves de guerra casi desauciadas, el Percufest las restaura incluyendo nuevas rutas de navegación en sus GPS deteriorados, que quizás con un poco de seguimiento, puedan volver a surcar los cielos musicales con tino y sin perderse en las ramas de las galaxias. (J. y J. quien quiera entender a qué me refiero, que lo entienda). 😉
He vuelto a ver ojos llenos de sorpresa que se zambullían en el sentimiento más profundo; he visto manos temblorosas que terminaban dirigiendo su ánimo haciendo de su danza un espectáculo para todos; he visto cuerpos rígidos que poco a poco se doblegaban ante el ronroneo de la própia música que llamaba a sus puertas oxidadas por el miedo; he visto respeto y cariño, compromiso y constancia; he visto diversión y trabajo, conocimiento que poco a poco se convierte en sabiduría.
Si alguién me preguntara que definiera PERCUFEST con una sóla palabra, diría que el único grupo de letras que pueden definir a PERCUFEST es precísamente: PERFUFEST; una palabra inventada, una jitanjáfora que ya tiene significado y significante propio y que tan sólo aquellos que lo han vivido en su propia piel pueden llegar a intuir qué habita entre sus letras.
Gracias a todos por ser capaces de compartir conocimiento, convivencia y vida con esa sinceridad tan abrumadora; por convertir un aula o un escenario en un espacio mágico donde cultura, educación y arte pierden sus límites y se convierten en un TODO.
También una cariñosa y sincera mención a todos mis compañeros, a todos aquellos que consideramos el arte un trabajo, y hacemos nuestro trabajo con todo el arte posible: Hilari, Rafa, Cuco, Alexandra, Eric, Dave, Mariam, Mar, Rubén, Xaloc, Sergio, Fernando, Lluís, Xecs, Quique, Celia, Natalia, y Andrés. Gracias por ser la espida dorsal de todo esto que anteriormente he escrito.
Mil besos, y abrazos muy fuertes.
Aquí os dejo un regalito. Una recopilación de las actividades de este Percufest 2011.
Como siempre hago en este apartado de la MEMORIA EMOCIONAL, abro el espacio para que todos aquellos que querías participar subiendo vustros comentarios os animéis, y realicemos un retrato común lo más próximo posible a aquella realidad que entre todos hemos creado y todos hemos vivido. Espero vuestro textos a traves del correo electrónico.
Palmira Cardo Ferrando. (Enviado el 26-VII-2011)
Antonio. Te escribo para darte las gracias, porque un año más me has hecho disfrutar y has hecho que crea en todo lo que hago y en lo que valgo.
Aunque este Percufest no haya podido estar mucho contigo, lo poco que he estado me ha valido para saber que de verdad hay gente que vive para y por la música y que merece la pena dejarse la piel para sentirte realmente realizado. Nunca dejas de sorprenderme, y no sólo por tus obras y actuaciones, sino por la energía que tienes en todas y cada una de ellas y los valores que nos transmites. De verdad, no sabes lo agradecida que estoy de que me hayas podido dar clases y de haberte conocido.
Tú siempre nos has dado fuerzas para seguir adelante y nunca darnos por vencidos, y eso es algo que no sabes como ayuda. Hay días en los que no puedo más, pero en mi corcho tengo colgado un papel que me escribiste cuando apenas me conocías donde pone: “Palmira, no te pierdas entre los bastidores del teatro del mundo. Puedes estar sobre el escenario como una gran percusionista. Sólo depende de ti.”. Y sólo con verlo me vengo arribar. ¿Tú sabes lo que significa eso? Eres muy grande, ¿qué digo grande?¡ ENORME! Te vuelvo a dar las gracias, porque yo creo que no eres consciente de, por lo menos a mi, la gran ayuda que me traes.
Bueno, solo me queda decirte que, aunque tenga pocas cosas que ofrecerte, están todas a tu disposición, y si necesitas algo por Valencia o lo que sea, que no dudes en decírmelo. Yo espero poder trabajar contigo en Musikene el año que viene. Siento haberte robado unos minutos de tu tiempo, pero me era necesario decirte todo esto.
Muchas gracias por todo, otra vez, y espero verte el año que viene en el Percufest.
Un abrazo muy grande.
Enric Pizá Lozano. (Enviado el 26-VII-2011)
Querido Antonio, tengo que empezar diciendo que no he encontrado todavía ningún punto en desacuerdo a la tesis que presentaste en las clases de Percufest (y que más tarde corroboró Dave Samuels). La improvisación es un término tan amplio que se me hace difícil buscar. Pero bueno, a medida que lo ponga en práctica ya iré viendo.
En primer lugar, agradecerte que después de tantos años, haya podido estar con mi padre encima de un escenario otra vez. Sé que mi padre no lo hizo cómo se esperaba, pero el hecho de estar ahí los dos, para mi ya significó mucho, sobretodo después de que este año haya visto a mi familia menos veces de las que querría.
Esta edición al ser menos alumnos, hemos estado mucho más unidos, y me he dado cuenta del importante efecto que tienen tus clases en ellos. Conseguir que perdieran horas de piscina y merienda voluntariamente para venir a ensayar, creo que no tendrían el mismo efecto si las palabras Antonio Domingo no estuvieran asociadas a estos ensayos. También decir, que probablemente debido a la elección de alumnos, el resultado final del ensemble no fue igual al que pudieras tener en tu cabeza antes del festival, aunque hicimos lo que pudimos con lo que teníamos.
Estos alumnos, sin embargo, han sido los que me ayudaron a hacer una especie de divertimento que me alegré de que finalmente pudieras oir en el concierto final. Espero algún año poder hacer algo con más tiempo, que pueda resultar interesante para un concierto final.
Volviendo al tema de las clases, me acuerdo de los comentarios que hicimos después de tu clase con el resto de alumnos. Concretamente con Jordi, Maria, Bárbara, que te conocían por primera vez, y lo alucinados que se quedaron. Entonces me di cuenta de lo afortunado que soy al haberte conocido con 15 años. Desde ese primer año, y los meses siguientes en los que me decía “yo quiero ser cómo este tío”, ya has pasado a ser una especie de modelo, o no sabría muy bien cómo definirlo. Y sin duda, uno de los motivos por los que 8 años después sigo yendo con la misma ilusión al percufest.
Había pensado muchas cosas para contarte y seguro que se me quedan muchísimas, que en cuanto me vengan a la cabeza te las escribo.
Ya estoy en proceso de conseguir “por tu propio bien” de Alice Miller, y espero que nos veamos pronto.
Por todo esto, y más que se me olvida seguro, gracias señor Antonio (lo siento, pero el respeto me impide llamarte Toni, es lo que hay).
Enric Pizà Lozano
Mascarell
Josep Ruiz Vargas. (Enviado el 30-VII-2011)
Soberbio, magnífico, espectacular, maravilloso… y un sinfín de sinónimos que se me ocurren para describir mi primer año en PercuFest. Realmente me ha sorprendido gratamente, he disfrutado muchísimo, un diez si esa es la máxima.
Tu clase me ha impactado muchísimo, con esa sabiduría pedagógica, esa enorme cultura y como no con un toque de humor me has hecho sentir una conexión especial, en la que tus palabras me han hecho disfrutar y aprender como hacía tiempo que no hacía.
Detrás de ese hombre afable y humilde hay un ser único. Eres muy pero que muy grande y vales muchísimo.
¡Enhorabuena y gracias por ser así Antonio!
Enhorabuena también a todos los demás profesores (que todos sois realmente geniales), organizadores, técnicos, staff, monitores etc. etc. etc. por el excelente trabajo y equipazo que formáis. Espero veros a todos el próximo curso.
¡Un abrazo!
Bárbara Albert. (Enviado el 6-VIII-2011)
Hola Antonio soy Barbara Albert una de las alumnas de este año de Percufest. Empezando por saludarte y despedirme a la vez, saludarte, porque es de educación y despedirme porque el pasado sábado, (cuando acabó Percufest), no pude ya que tuve que acompañar a Neus al pavellón por cuestiones de salud. Asi que aunque no sea lo mejor lo tendré que hacer por aqui.
En primerísimo lugar darte las gracias; gracias por las palabras, los consejos y la ayuda que me brindaste… Te aseguro que este paso por Percufest y por tu aula ha hecho posible al menos ahora un ligero cambio de mentalidad, me dijeron que las clases con Antonio eran especiales y ahora ya sé porqué. Intentaré aplicar tus consejos y tu forma de vivir la percussión…pienso que es la forma más bonita y la que quiero vivir yo. Pues nada: pienso que por hoy ya hay suficiente. Espero continuar en contacto y que no sea la última vez que nos encontremos por el mundo.
Muchas Gracias: Un abrazo muy fuerte!
Ha hecho falta unas cuantas semana para sacar estas palabras!!!
Víctor Pérez Muñoz. (Enviado el 7-VIII-2011)
Este mensaje principalmente sirve para darte la enhorabuena por tus magníficas clases en el curso de percufest y decirte que eres un profesor excepcional y que he aprendido mucho de esta única clase que tuve contigo.
Cuando me sacaste delante de la clase para que te hablara de la trigonometría yo no sabía qué contestarte a esa pregunta dado que yo no se de este tema, pero tú me hiciste que diga algo sobre el tema aunque no supiera nada y dije lo primero que se me ocurrió pero con sentido, con esto me demostraste que la improvisación no es solamente tocar un instrumento sin saber que tocas, tocando lo primero que se te ocurra sin coherencia alguna, improvisar es organizar frases musicales en tu cabeza y combinarlas de manera que puedas estar 5 segundos por ejemplo tocando frases musicales coherentes.
Solo quería darte las gracias por todo y espero tenerte como profesor el año que viene porque de verdad que tu clase fue una de las mejores clases que he tenido de percusión.
Un saludo, Víctor Pére.
Enrique Labián Camino. (Enviado el 7-VIII-2011)
Comentaba con algunos compañeros tras la final del concurso, que me daba igual el resultado (obvia y lógicamente, no me creían). Semanas y semanas preparando el concurso, «¿pasaré a la final?», «¿y si son mucho mejores y quedo fatal?»…
Y acaba la final, y a la vez que una enorme sonrisa se dibuja en mi cara pienso «me da igual el resultado» El mejor premio ya había sido ganado, antes de tocar, me atrevería a decir que esa misma mañana.
Tony, (porque yo sí te llamo Tony, es lo que hay), ¡disfruté en un escenario! Dirá la gente “pues vaya tontería”. Pero yo sé que no, y si mal no me equivoco, tú también lo sabes. Estuve todo el día con una sonrisa de oreja a oreja, porque algo me decía que todo había cambiado, que ya era músico de verdad, que ya era capaz de hacer disfrutar al público, porque yo disfrutaba realmente.
Cuando en tu clase, me pusiste a improvisar mientras contaba, mientras me movía y lo más importante, mientras sonreía, me hiciste ver algo que creo es un punto de inflexión en mi vida: la gente quiere disfrutar, quiere ser feliz con la música y por consiguiente, quiere que disfrutes y quiere que seas feliz con la música.
No me queda sino agradecerte que me hayas apoyado desde pequeño a superar mis miedos y a aprender de ellos (lo que se podría llamar pedagogía) porque ahora sé que nunca olvidaré ese instante en el que bajé del escenario, tras tocar una tal A Minute of News y gracias a ti pensé “ahora sí que sí, ahora soy músico”.
¡Gracias y un abrazo!
Jordi Sanz. (Enviado el 9-VIII-2011)
Hola Antonio!!
Quería darte las gracias por tu magnifica clase en el Percufest 2011.
En mi primer Percufest,he tenido la oportunidad de conocer a increíbles profesores,y tu fuiste uno de ellos.
Cuando salí de la clase le pregunte a mis compañeros que de donde había salido «este tío», fue increíble, hubiera pasado todo el día escuchándote y creo que mis compañeros también, (y eso que algunos ya te conocían). Nunca había estado en una clase como la tuya, donde tus consejos dados en el mismo instante,sobre la interpretación de una obra de un compañero,daban un resultado totalmente diferente, (a mejor), al final de la clase. Ahora te digo lo mismo que te dije el día de la clase:yo estoy flipando!
Que pena no haberte conocido antes!! y que suerte haberte conocido ahora!! Podría intentar explicar mejor con palabras la clase,pero se que no me explico muy bien. Lo único que se me ocurre decir a quien lea este comentario,es que no duden en acudir a una clase, curso, conferencia… contigo, no os arrepentiréis!
Seguramente, lo que he dicho lo habrás escuchado un montón de veces, y será por algo; por que te lo mereces. MIL GRACIAS Antonio, las ganas que transmites a tus alumnos nos da energía para seguir en este mundo de la música.
Espero verte en otra ocasión, un abrazo.
Salut!!
Jordi Sanz
Ontinyent
Mariam Poveda. (Enviado el 9-VIII-2011)
Aquí me encuentro, dispuesta a recopilar todo lo que a lo largo de 4 o 5 años, (ya he perdido la cuenta de las ediciones), he sentido con esta personita llamada Antonio Domingo, para mí: Antuan! Me acuerdo aquel primer ensayo en las cabañas; traen altavoces y un tío bastante recto aparece por allí pretendiendo que escuchemos una canción y la sigamos haciendo ritmos con pies y manos levantando una buena polsaguera con la tierra y piedrecitas… Conforme avanza el ensayo, la gente comienza a flipar literalmente. Pasan los días y las clases y ensayos con Antonio son geniales. El día del concierto con él, nos hizo un símil con un médico o algo así como queriendo explicar que tampoco está muy desencaminada su función respecto a la del médico, pues el médico cura el cuerpo y Antonio con su música, el alma. Obviamente nos hizo sentir “sanadores de almas” en ese momento… Como no, lloré cual madalenita, pero creo que nunca me habían motivado tanto a la hora de salir al escenario a tocar… Ahí me di cuenta, Antonio no era un profesor como otro, era la excepción. Esa noche fue nuestro Pep Guardiola antes de salir al campo!! Y por eso todo salió tan sumamente bien! Al día siguiente cuando se fue….tela!!!! Lloros a mansalva! Qué bonito había sido todo en lo que él estaba implicado.
Otro año, creo que fue cuando practicabas lo de las pelotas de tenis y el ritmo, yo me quedé apartada, pensando, fumando…no tenía yo ganas de pelotitas 😉 Pensaba que nadie se había percatado de que yo estaba a mi aire mirando el percal rítmico; y por la noche, viene el señor Antonio a decirme que me había visto triste o algo así, que qué me pasaba… Yo me quedé a cuadros…pensé: -Este hombre está en todo!!- Antonio tiene una sensibilidad con las personas tremenda… aquello se me quedó grabado para siempre!
Más situaciones?? Aquella tarde con Belén y contigo en tu habitación viendo cuadros en el ordenador, solo me acuerdo de “Las Hilanderas”… Pensé: Además de magnífico músico y pedagogo, entiende de arte…- Alguien da más?
También está la vez en que confió en mí para guiar a ese súper grupo de chicas, ya hay que tener lo que hay que tener para convencer a alguien tan tímida como yo para salir solita con Dani al escenario a dar palmadas “medio rítmicas” (los nervios eran los nervios… ). Ahí aprendí que la música no solo se interpreta por notas, el cuerpo también interpreta y añadir un poco de teatro tampoco está de más… Qué bonito estuvo ese concierto, fue el de ritmo quebrado creo. A raíz de eso, cuando nos salen compases chungos, Diana, Belén y yo siempre decimos para aclararnos con la medida: Toni Domin-go An-tonio Do-min-go… jajajajaja!!! En nuestro mundo musical siempre estás presente.
Pero no suficiente con sacarme sola al público, el último año de Camporrobles nos coge a mi querido Xaloc y a mí para narrar su pedazo obra “Madre Tierra”. Recuerdo las tardes antes de cenar recitando delante de ti el texto y tu cara de satisfacción y la mía de preocupación… lo que son las cosas…! Creo que pocas personas han creído en mí del modo en que tú lo has hecho, por ello te estaré eternamente agradecida y serás mi Antuan Domingo del alma!! No sé cómo lo haces, pero sacas lo mejor de mí. De verdad, es increíble como solo con mirarme un día en el PercuFest sabes si estoy bien, mal, contenta, triste… increíble! Y aquella tarde viendo el vídeo del circo de la mariposa o algo así?? Fue como tan lejos y tan cerca a la vez… Qué fuerte!! Y qué bonito! Reconozco que para mí eres la estrella del PercuFest y cuando la estrella no está contenta sufro lo que no está escrito… Como este año antes de la batucada; que se enfade otra persona me duele, pero que mi Antuan se enfade… Eso me trastoca todo!
Yo al igual que Palmi sigo conservando el papel que nos diste un año: «Para Mariam, no dudes nunca de ti, tienes todo lo necesario para ser feliz».
Como te dije por Facebook, hice un ensayo filosófico sobre el amor, a petición del profesor, claro. Bien, pues al principio comenzaba diciendo que el amor hacia cualquier cosa es lo que nos hace ser distintos, buenos en lo que queremos, geniales; el amor es lo que hace de nosotros seres excepcionales, que sin él, no habrían cosas tan maravillosas como las hay, el amor es el sentimiento más fuerte que nos mueve a realizar acciones. Y tú, además de ser un auténtico amor de persona, eres excepcional con las personas y la música.
Te resumiría diciendo:
Antonio: sublime, excepcional, familia de sus amigos, encantador de personas y una persona encantadora, atento, detallista, que busca alegría en un cielo gris… MAGNÍFICO… (Me dejo cosas en el tintero seguramente).
Espero que todo aquel que te conozca te valore como poco, de la manera que yo te valoro!
Eres un bien escaso. Gracias por todo y espero que podamos seguir disfrutándote muchos años más.
Un abrazo “apretao” y un besazo para mi manchego preferido.
Mariam.